Catedral Metropolitana de Buenos Aires, parte 2
Tesoro del arte y de la Historia Argentina
En la nota anterior se hizo referencia al proceso de construcción de la Catedral porteña y a las características que impone la arquitectura de su fachada.
En los espacios que integran su interior se alberga un retazo de nuestro patrimonio cultural, cuya expresión se refleja en objetos de interés artístico e histórico, que por su representatividad socio-cultural convirtieron a la Catedral en Monumento Histórico Nacional en el año 1942.
Uno de los objetos artísticos que se destaca durante la visita es el Altar Mayor con su retablo dorado, realizado por el tallista Isidro Lorea en la época de la colonia. El movimiento que logró en sus formas delatan la filiación con el arte Barroco y la decoración a base de flores, con el Rococó. No obstante, un artista contemporáneo – el orfebre Carlos Pallarols –, contribuyó al enriquecimiento del altar en su aspecto actual.
En el sector izquierdo del altar se aprecia la capilla que conserva la imagen más antigua de la ciudad. Se trata de “El Santo Cristo de Buenos Aires”, encomendada al artista portugués Manuel de Couto en el año 1671. Esta escultura representa al Crucificado antes de su muerte con los ojos abiertos.
Frente al sector anterior, se encuentra una obra de gran valor artístico e histórico para nuestra nación. Allí se colocó el Mausoleo que, desde el año 1880, guarda los restos del General Don José de San Martín. Su escultor, Carrier Belleuse, logró una obra que muestra la majestuosidad propia del eclecticismo francés.
Y tal es el esmero que dedicaron los artistas de la Catedral que no dejaron espacio sin decorar, ya que hasta el piso de mosaico veneciano forma dibujos de espinas, clavos y otros motivos de la Pasión de Cristo.
Una anécdota
Debido a la monumentalidad del sepulcro de San Martín fue necesario ampliar la capilla y dotarla de una antecámara, lo que debió salirse de los límites de la primitiva planta arquitectónica. Este ensanche dio pie a rumores acerca de que San Martín se había quedado “fuera de la Catedral”, aludiendo a su presunta ideología masónica. Pero lo cierto es que a último momento se decide cambiar la ubicación del Mausoleo, ocasionando la falta de espacio en el nuevo lugar asignado. De todas formas, tanto la guardia de soldados del Regimiento de Granaderos a caballo que custodia esta obra, como la llama eterna que surge de la lámpara votiva ubicada en el frente de la Catedral, recuerdan la firme presencia del prócer en este lugar.
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Mausoleo del Gral. San Martín en Catedral de Buenos Aires |
Silvia Sarkissian
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