Catedral Metropolitana de Buenos Aires, parte 1
La odisea de su construcción y el recuerdo de la Antigua Grecia...
Muchos pensarán que la Catedral que hoy apreciamos en la ciudad porteña es la que se encomendó en los tiempos cercanos a la fundación de Buenos Aires y que su fisonomía se conserva en su estado original. Sin embargo, la obra se dio por finalizada hace no mucho tiempo atrás.
Muchos pensarán que la Catedral que hoy apreciamos en la ciudad porteña es la que se encomendó en los tiempos cercanos a la fundación de Buenos Aires y que su fisonomía se conserva en su estado original. Sin embargo, la obra se dio por finalizada hace no mucho tiempo atrás.
El primer templo del cual se tiene referencia en la Plaza de Mayo data del año 1593 y apenas era un rancho de adobe situado en el actual solar que ocupa el Banco Nación.
Luego de sucesivas reparaciones, por las condiciones de precariedad en la que se construyeron los templos que la antecedieron, fue declarada “Catedral” en el año 1622. Al desplomarse el techo del cuarto edificio que se había iniciado para tal fin, comenzó una nueva construcción en la que participó el Arq. Giovanni Andrea Blanchi, autor del Cabildo originario y de la Iglesia del Pilar. La obra duró 50 años hasta que en el año 1752 –como ya había sucedido con las construcciones anteriores– comenzó a derrumbarse, por lo cual por cuestiones de seguridad, se encomendó la demolición. Se inició entonces la sexta y última construcción de la Catedral, a cargo del Arq. turinés Antonio Masella, integrante de la Compañía de Jesús. La bendición del edificio no podía demorarse más y en el año 1791 se consumó la misma, a pesar de no contar con la fachada. Durante el gobierno de Rivadavia se reiniciaron los trabajos para culminar –de una vez por todas– la edificación. En el año 1911 se colocaron los últimos detalles de su decoración interior.
El largo proceso de construcción por el que atravesó la Catedral inspiró un dicho porteño que dice: “Dura más que las obras de la Catedral”, en alusión a los casi tres siglos que llevó esta gran obra.
Ahora bien, los avatares mencionados dejaron su huella ya que la Catedral no refleja un único estilo arquitectónico. La simple observación de su frente bastará para comprobar la incongruencia entre la cúpula, distintiva del arte barroco español, y la columnata, del mundo clásico. Esta última se realizó durante los años 1822/27 –momento posterior a la Revolución de Mayo- según el diseño de los arquitectos franceses Catelin y Benoit. En ese entonces Buenos Aires ya no respondía a la órbita de la cultura española, sino que la mirada estaba puesta en Francia, afecta en esos años al arte neoclásico.
La fachada encierra una simbología interesante. Presenta caracteres neoclásicos expuestos en su columnata, de capiteles corintios. Las doce columnas representan a los doce apóstoles. En el tímpano aparece representado en bajorrelieve el reencuentro de José con Jacob en Egipto, según dibujos del francés Joseph Dubordieu. Se eligió esta escena bíblica como símbolo de la reconciliación nacional, lograda poco tiempo antes entre las provincias y Buenos Aires.
Los invito en la próxima nota a recorrer la Catedral en su interior, de fuerte raigambre cristiana, y que en nada recordará a la Antigua Grecia...
Algunos datos curiosos
Algunos datos curiosos
- Desde los tiempos coloniales funcionó, contiguo al templo, el enterratorio de la Catedral. Tenía un cerco de ladrillos, erizado con trozos de vidrio para evitar el ingreso de los que merodeaban por la Plaza Mayor. En su mismo terreno había un modesto edificio donde tenía asiento la Curia. En 1822 el cementerio de la Catedral fue clausurado por haberse abierto el de la Recoleta.
- El pavimento colocado en la entrada de la Catedral tiene una característica peculiar que muy pocas ciudades cuentan. Las estrellas allí dispuestas marcan la Cota Cero, es decir, es el punto elegido para medir la altura sobre el nivel del mar de los terrenos y edificaciones de la ciudad.
Información útil para visitar la Catedral
Dirección: Rivadavia 437, esquina San Martín.
Teléfono: 4331-2845; marcando el interno de “Cultura y Turismo” se podrá acceder al calendario de conciertos, charlas y demás actividades de interés.
Cómo llegar: Subte A, estación Plaza de Mayo; Subte D, estación Catedral y Subte E, estación Bolívar.
Colectivos: 6, 22, 26, 28, 29, 33, 50, 54, 56, 61, 62, 74, 91, 105, 130, 143, 146, 152, 155.
Horarios para ingresar: lunes a viernes de 8 a 19 hs. Sábados de 9 a 12.30 y de 17 a 19.30 hs. Domingos de 9 a 14 y de 16 a 19.30 hs.
Visitas guiadas: lunes a sábados a las 11 hs.
Cambios de Guardia de Honor del Regimiento de Granaderos a Caballo: lunes a viernes a las 9, 11, 13, 15 y 17 hs. y los sábados a las 9, 11, 17 y 19 hs.
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Silvia Sarkissian
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